Desde que inició el verano hemos estado tan ajetreados que no habíamos tenido la oportunidad de salir a relajarnos un fin de semana a la playa o al club. Deseaba especialmente ir a la piscina, pues sería la primera experiencia de mi bebé en agua que no fuera de la tina. Finalmente contra todo pronóstico nos pusimos de acuerdo y salimos todos (los abuelos, los tíos y nosotros) quizá empezó un poco tarde, pues una de las características de mi familia es que siempre se toma su tiempo en alistarse; sin embargo fue una tarde maravillosa.
Llegamos al club y lo primero que hicimos fue alistarnos para ir a la piscina. le re-apliqué el bloqueador, puse a mi bebé su ropa de baño y nos metimos a la piscina juntos, el agua estaba perfecta y le encantó, estuvimos jugando en el agua con la pelota y fue el mejor momento del mundo, chapoteó en el agua como nunca lo había visto antes, para él era como estar en la pancita de mamá seguramente, fue perfecto.
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