24 de enero de 2014

Cuanta energía

Desde que tomé la decisión de pasar más tiempo en casa las cosas han cambiado, mi pequeño y yo nos hemos acercado más que nunca y creo firmemente que una de las consecuencia de este cambio es que se engríe más seguido que de costumbre. Esta nueva etapa nos ha permitido pasar nuestras tardes-noches juntos: conocerlo más y que me conozca también.

He descubierto o mejor dicho confirmado algo que muchos padres dicen, que ustedes los niños tienen la energía del mundo, pues parece que tienen un tipo de batería que nunca se termina. Sin ir muy lejos ayer llegué a casa y mi pequeño estaba dormido, iba a aprovechar a tomar una siesta, pero el hambre me ganó y almorzé primero. Cuando me disponía a tomar una siesta se levantó y pobre de mi, pues estaba con un cansancio tremendo pero tenía que alimentarlo, bañarlo, jugar con él y limpiar el depa. 

Debo confesar que las dos primeras tareas las hice bastante bien, sin embargo la energía se me agotó y para cuando mi pequeño quería jugar yo sólo quería dormir. Jugamos un rato y vaya que tiene habilidades con la pelota, pues para su 1 y 6 meses  es capaz de atraparla en el aire, correr con ella sin caerse y lanzarla correctamente. También le gusta mucho entrar y salir de su carrito. Debo agregar que tiene una absoluta obsesión con las llaves y el querer abrir o cerrar puertas con ellas. 

Algo que sugiero a las mamis es tomar vitaminas que el médico recomiende, especialmente si es que estás dando de lactar  para que el cuerpo responda ante las mil y un cosas que tu pequeño está dispuesto a hacerte hacer (valga de redundancia). Yo, por mi parte, estoy tomando una que me ayuda con ese tema, pues quiero dedicarle calidad de tiempo a mi hijo, porque ellos merecen todo de nosotros.


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