20 de enero de 2014

Dar y Recibir Amor

Ayer fuimos a casa de los abuelos, pues una tía llegó de EE. UU. para quedarse un par de semanas. Decidimos darle una sorpresa y visitarla llevándole a su sobrino-nieto para que finalmente lo conozca y vea lo grande y lindo que está. Debo decir que el que más disfrutó de la visita fue mi pequeño, pues en casa tienen un perro, una gata y un loro que repite todo lo que escucha. Mi bebé estaba simplemente fascinado.


Pasamos una tarde linda en casa de los abuelos. Una de tus tías te enseñó a tirar la pelota para q el perrito la siguiera, estabas encantado y reías a carcajadas, fue mágico. Al caer la noche teníamos que regresar a casa, entonces nos despedimos.Al salir de la casa  mi pequeño miraba a su tía y empezó a decir entre sollozos: no, no. Nos rompió el corazón a todos.

Como son las cosas, no? Los niños sólo necesitan recibir un poco de amor para estar contigo de manera incondicional, ellos no ven malicia, ellos sólo conocen buenas intenciones. Con lo que sucedió sólo puedo afirmar algo que he venido pensando desde que soy madre: Dale amor a tu pequeño y recibirás amor a cambio, un amor puro y verdadero como dicen en los cuentos de hadas, pues este amor no mide, este amor es incondicional.

Dale amor no sólo cuando se porte bien, sino también al corregirlo. En lugar de gritar o levantar la voz, háblale; quizá no comprenda del todo pero se dará cuenta que aunque se equivoque su mamá o papá van a  estar ahí, a su lado para cuidarlo, mas no reprenderlo. Son niños, son curiosos, ellos no nacen sabiendo que es bueno o malo, sólo quieren explorar, conocer y no tenemos porque regañarlos por eso.

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